“¡AL CUERPO DE UNA MUJER, Y POR EL AMOR DE UNA MUJER!”

Por Luis C. García Correa
Padre Dios creó a la mujer como un ser especial para amar, ser amada y capaz de procrear y aportar sus grandes dotes a la sociedad, eso  es el genio femenino.
El cuerpo de una mujer es solo posible por la creación de Padre Dios.
“¡Amar a un mujer no hay mayor felicidad terrenal!”
La mujer no solo embellece la vida, y le da sentido y valor, sino que, además, a los hombres nos da seguridad para saber caminar con firmeza apoyados en el amor de una mujer, en su compañía y consejo.
El cuerpo y el espíritu de una mujer son insuperables en belleza, dulzura, candidez, ilusiones, en donde se desarrolla el amor de verdad.
Amar no se debe confundir con la pasión.
La pasión es un gran complemento del amor. Pero no hay verdadero amor sin pasión y sin capacidad de perdonar.
“¡¡¡El objeto del amor entre el hombre y la mujer, es la mujer y el hombre con su amor!!!”
Los hombres y las mujeres compartimos las mieles y las hieles de la vida.
Con el amor de la mujer caminamos seguros por el sendero luminoso de alcanzar la plena felicidad con seguridad, facilidad y certeza.
“¡El cuerpo y el alma de una mujer es algo tan bello y perfecto que lo hizo Padre Dios!”
Amar y con pasión a una mujer llena las ansias y necesidades que todos tenemos de amar y ser amados.
El cuerpo de una mujer, su alma, su sensatez son una bendición.
Amar y con pasión a una mujer es cubrir las aspiraciones de la felicidad y del amor.
“¡El cuerpo y alma de la mujer, con la virtud de la maternidad le dan a ella un sentido de eternidad ya en esta vida!”
La mujer nos rodea con su halo de bondad, comprensión, felicidad y amor para vivir la realidad más maravillosa.
“¡La realidad y vivencia del amor de una mujer cubre las ansias necesarias para poder vivir en plenitud!”
“¡El cuerpo y alma de una mujer nació para la santidad, que la tiene y reparte a manos llenas! ¡Qué sería del hombre sin la mujer!”
“¡¡¡Por el amor de una mujer supe comprender el valor de la vida, y supe aprender que sin ella no hay vida!!!”
Por el amor de una mujer supe comprender qué es el verdadero amor.
Por el amor de una mujer aprendí lo que es de valor en la vida.
Por el amor de una mujer hay que saber dar nuestra vida por proteger la de ella.
Con el amor de una mujer se aprende a amar con pasión y a vivir la plena felicidad, en una unión que es especial.
Por el amor de una mujer aprendí a amar con pasión y a vivir la plena felicidad en la vida.
Por el amor de una mujer supe comprender lo que debe ser la felicidad en la eternidad del cielo, cuando todo sea Amor y vivir con Padre Dios.

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