La Iglesia una gran familia

Por Esteban G. Santana Cabrera
Este domingo se celebra el Día de la Iglesia Diocesana cuyo lema es “Somos una gran familia CONTIGO”.  Y como buena familia tenemos que compartir, trabajar por ella, implicarnos, comprometernos. No solo consiste en dar un donativo y ya está, va mucho más allá de esto. Y realmente esto es así y entre todos los que nos sentimos católicos tenemos que sostenerla. Pero la finalidad del día de la Iglesia Diocesana no es recaudatorio, es más  si cabe un fin de semana para concienciarnos de la importancia de nuestro papel dentro de ella,  donde más de 1.300 millones de personas en el mundo se consideran católicos. Por ello, el secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia invita a colaborar con nuestra parroquia de esta manera: “en una parroquia fuimos bautizados y, por eso, pertenecemos a la familia de los hijos de Dios. Somos hermanos entre nosotros por el bautismo, hijos de un mismo Padre. Que este día nos acerque a sentirnos un poco más familia, un poco más parroquia”. Eso no quita que, como en todas las familias, siempre haya problemas, discusiones y hasta más de una oveja negra.
La imagen que se muestra en muchas ocasiones de la Iglesia es la de una institución corrupta rica y con mucho poder en la sociedad.  Raro es cuando no le cae "algo" a la Iglesia en tertulias y programas de televisión. De ella solo se da a conocer las propiedades que tiene y lo bien que viven los curas. Parece que hay un interés "oscuro" por mostrar lo que no se es, no sabemos por qué . Mucho resentimiento, en algunos casos justificados, pero nunca se puede generalizar. Hablando el otro día con mi compañero Sergio me decía que si la Iglesia donara todo lo que tiene se acabaría el hambre en el mundo. ¿Durante cuánto tiempo? ¿Es esa la solución? Verdad es que la Iglesia tiene dinero y propiedades, pero lo invierte en miles de proyectos en todo el mundo.  Las propiedades de la Iglesia, no son de ella, muchas  son tesoros de la humanidad. Así lo dijo en una ocasión el Papa Francisco: " si yo mañana digo que La Piedad de Miguel Ángel sea subastada no se podría hacer porque no es propiedad de la Iglesia. Está en una iglesia, pero es de la humanidad. Esto vale para todos los tesoros de la Iglesia. Sí que hemos vendido  regalos y otras cosas y los beneficios  van a los miles de proyectos que hay en el mundo. Los bienes inmobiliarios de la Iglesia son muchos, pero los usamos para mantener las estructuras de la Iglesia y para mantener muchas obras que se hacen en los países necesitados».
 A pesar de que el Vaticano tiene sus delegaciones, llamadas  diócesis, funcionan independientemente y se financian con las donaciones de los fieles de la misma. Esto no quita que desde las diócesis también se financie al Vaticano . Benedicto XVI afirmó en una ocasión algo que tiene mucha razón: "La Iglesia no crece por proselitismo, crece por atracción, por testimonio. Y cuando la gente, los pueblos ven este testimonio de humildad, de mansedumbre, sienten la necesidad que dice el Profeta Zacarías: “¡Queremos ir con ustedes!”. Por ello el testimonio es la base de nuestra fe católica y la base es vivirla como familia, a semejanza de la familia de Jesús. Y con una parábola compara Jesús este domingo al Reino de Dios, que además viene como anillo al dedo al día de la Iglesia Diocesana. Y dice así:  "Por eso, el Reino de los Cielos será semejante a diez jóvenes que fueron con sus lámparas al encuentro del esposo.  Cinco de ellas eran necias y cinco, prudentes. Las necias tomaron sus lámparas, pero sin proveerse de aceite, mientras que las prudentes tomaron sus lámparas y también llenaron de aceite sus frascos. Como el esposo se hacía esperar, les entró sueño a todas y se quedaron dormidas. Pero a medianoche se oyó un grito: 'Ya viene el esposo, salgan a su encuentro'. Entonces las jóvenes se despertaron y prepararon sus lámparas.  Las necias dijeron a las prudentes: '¿Podrían darnos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se apagan?'. Pero estas les respondieron: 'No va a alcanzar para todas. Es mejor que vayan a comprarlo al mercado'.  Mientras tanto, llegó el esposo: las que estaban preparadas entraron con él en la sala nupcial y se cerró la puerta. Después llegaron las otras jóvenes y dijeron: 'Señor, señor, ábrenos',  pero él respondió: 'Les aseguro que no las conozco'. Estén prevenidos, porque no saben el día ni la hora". Y estar prevenidos es ser como las jóvenes prudentes, no dejar que la lámpara, que es el mensaje de Jesús se apague y deje de llegar a todos nuestros "hermanos". Hoy es un día para sentir de verdad que la Iglesia es de todos y entre todos tenemos que trabajar por su sostenimiento.

Comentarios

Entradas populares