¡Soñar con un mundo mejor!
Pero soñar con un mundo mejor nos pone en camino de que el sueño se convierta en realidad.
Sí: los sueños se pueden convertir en realidad, siempre que haya amor y lealtad.
La realidad tiene que ver mucho con lo que hacemos y decidimos.
Decidir y tratar de hacer todo con honestidad es el camino para convertir el sueño en realidad.
Las fuerzas de las voluntades personales honestas tienen un poder y una capacidad inimaginables e inagotables: convierten los sueños en realidad.
Hay poderes que no conocemos, o no tenemos en cuenta. Si los buscamos, los encontramos y los utilizamos podemos alterar las circunstancias actuales.
Hay otros poderes reales y efectivos que no aplicamos, con lo que permitimos que las malas circunstancias dominen la realidad.
Vivir de espaldas a la realidad, o despreocuparse de ella, nos puede conducir a vivir el mal sin necesidad.
El bien depende mucho de nuestro deseo y de nuestro comportamiento basado en la honestidad, en la lealtad y en ser fieles al momento que vivimos.
La honestidad debería presidir nuestras vidas, y con ella desarrollar el bien y así conseguiríamos un mundo mejor.
No hay que esperar a que la felicidad llegue, hay que ir a buscarla: la felicidad y llegará a la misma velocidad con la que la buscamos, añoramos y deseamos.
Compartir sigue siendo camino más grande y más rápido de alcanzar la felicidad y si es en libertad, el sueño de un mundo mejor se convierte en realidad.
No esperemos a que llegue el mundo mejor, vayamos en su busca y lo alcanzaremos por el poder de la honestidad y del valor y poder del amor y de la fidelidad.
Amar y compasión es el camino hacia un mundo mejor y al compartir ese amor desarrollamos la felicidad que unida a la libertad tenemos el mundo mejor, que tanto podamos desear y alcanzar.
Soñar con un mundo mejor y convertirlo en realidad depende de nuestro comportamiento de amar con pasión y sin parar con profundad fidelidad.
Soñar con un mundo mejor debe ser la meta a conquistar.
Soñar con un mundo mejor debe ser, por el amor, la realidad.
Soñar con un mundo mejor debe ser nuestra meta a alcanzar.
Soñar con un mundo mejor, tratar de convertirlo en realidad.
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